Fez,en Marruecos, es famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan
con la de Jerusalén. Es la primera de las ciudades imperiales de Marruecos, ya
que se remonta al siglo VIII. Es también pionera en el culto musulmán de este
país y posee una de las universidades más antiguas del mundo. Todas estas
primicias hacen de Fes, como también se la conoce, una ciudad particularmente
atractiva, con una cultura viva e influyente. De hecho, es particularmente
conocida por ser la capital cultural y espiritual de Marruecos, centro del arte
y la ciencia.
Una vez en Fez, empezamos la visita por su gran medina la mejor conservada del mundo árabe,
en fase de restauración y el mayor monumento vivo de todo Marruecos, la
zona urbana más grande del mundo sin tráfico de coches.
La
Medina de Fez clasificada como patrimonio mundial por la UNESCO ha sabido
conservar toda su autenticidad y su sello original desde hace más de 1200 años,
fruto de la mezcla de varias civilizaciones, árabes, andalusí, bereber y
hebrea.
Pasear
por las laberínticas calles de Fez, transporta a mundos pasados en los que
alfareros, forjadores y artesanos conviven con el visitante extranjero, que no
deja de sorprenderse observando sus gentes y olfateando los múltiples aromas y
olores que inundan la atmósfera de esta ciudad.
Acercándonos
hasta el Palacio Real y recorriendo el barrio judío, la impresionante Medina,
con sus típicos comercios y barrios artesanos, el exterior de la Mezquita, la
escuela coránica Al Bouanania y la Universidad El Quaraouiyne.
Almuerzo en
un restaurante típico de la medina. Descubriremos desde el exterior la rica
decoración de la Mezquita de los Andaluces y el exterior de la tumba de Moulay
Idriss, para terminar con una bella panorámica de Fez y sus alrededores desde
uno de los puntos más altos de la ciudad.
Almuerzo libre
Regreso a Rabat